EXPERIENCIA PERSONAL DE LAS 7 LEYES ESPIRITUALES DEL ÉXITO

¿Alguna vez te preguntaste si es posible hacer realidad cualquier cosa que desees, así como también alcanzar el dominio total de ti mismo? Como profesora de Yoga, a menudo suelo hacer ambas preguntas a mis alumnos y las respuestas que escucho más frecuentemente son: “Seguro se puede, pero no en esta vida”, “Si obtengo más dinero, puedo conseguir el dominio total de mí”, “Cuando baje de peso, podré hacerlo”.

Creemos que el obtener la vida que deseamos requiere de algo externo que nos encaminará finalmente, hacia el camino deseado. Dicha afirmación surge de la idea de que la ABUNDANCIA no existe, sino que, es suerte de unos pocos.

Partiendo de esta idea, nuestros triunfos serán siempre resultado de un gran esfuerzo o lucha, ya que de lo contrario, no mereceremos ABUNDANCIA, no merecemos PLENITUD.

Buscamos ese ingrediente mágico que creemos nos “falta” para estar completos.

Si piensas como lo hacen la mayoría de los alumnos que recién llegan a mis clases, tengo que decirte que hasta el momento,  pasaste tu vida colocando frenos a tu potencial infinito.

La ABUNDANCIA es tu regalo de nacimiento, no es suerte de unos pocos.

Para comenzar, es difícil acceder a lo que deseamos si no nos tomamos el trabajo de pedirlo al Universo. Cuando me diagnosticaron Diabetes tipo 1, quería desesperadamente encontrar ayuda, alguien que me acompañara en este proceso desde un lugar distinto del que lo haría mi médico tradicional. Simplemente dedicaba mis días a quejarme por no tener esa ayuda, o mejor dicho, por no haberla tenido a tiempo y haber podido, así, prevenir la Diabetes. Los días se transformaban en una inconformidad continua que solamente traía situaciones y personas negativas.

Todo cambió el día en que decidí mirar mi vida con otros ojos. Comencé a tener acceso por primera vez a los libros de Deepak Chopra y me encontré con “Las Siete Leyes Espirituales del Éxito”. Tan solo leer el título me hizo dar cuenta de lo difícil que sería lograr el éxito si seguía entendiendo el término espiritualidad como algo que requeriría de mi trabajo para lograrlo, ajeno a mi naturaleza. Fue ahí que comprendí que somos una manifestación de lo Divino, por ende, si no estamos en contacto con esa chispa de divinidad, no podremos acceder a nuestro máximo potencial.

Las Siete Leyes Espirituales del Éxito se trata de un libro escrito por el Doctor Deepak Chopra en el cual se mencionan principios poderosos que encierran todas sus enseñanzas, y los cuales ayudarán a quien los lee a alcanzar el dominio de uno mismo, destruyendo el mito según el cual el éxito sólo se logra a través del esfuerzo, la estrategia y la ambición.

Comencé a leer el libro y cada vez entendía mejor por qué mi vida no se había dirigido hasta el momento hacia donde quería ir. Al continuar leyendo y comprendiendo cómo funciona el Universo, empecé a sentirme bendecida por el regalo de una “enfermedad” que me había abierto las puertas hacia un mundo que desconocía por completo y donde, sin lugar a duda, encontraría la plenitud, felicidad y éxito que tanto había estado “luchando” por obtener.

Al continuar leyendo el libro llegue a la Ley del Jueves: La Ley de las intenciones y deseos. Aquí tuve que detenerme ya que a pesar de que la misma parecía tan clara, me di cuenta que la mayoría de nosotros ¡no la ponemos en práctica!

La Ley establece que para obtener cualquier cosa que deseemos, debemos comenzar por PEDIRLA. Para esto se sugiere que la persona realice una lista de todos sus deseos y la lleve consigo a todos lados. Es buena idea incluso mirarla antes de entrar en la quietud de la meditación, antes de ir a dormir, y al despertarse. Una vez que tenemos la lista, se recomienda entregarla al seno de la creación, confiando en que cuando las cosas no son como tu quisieras, hay una razón.

¡Qué increíble fue leer esta sabiduría tan corta en palabras pero inmensamente significante en mi vida y en el contexto en que me encontraba!

En ese mismo momento lo admití: jamás había hecho claro al Universo lo que yo deseaba. Realmente necesitaba ayuda y lo más importante: estaba dispuesta a recibirla. Al pedirle al Universo deseos claros y concretos, permites que se acelere el proceso de manifestación.

¿Cómo deseamos obtener aquello que ni siquiera pedimos?

A veces damos por obvio lo que queremos pero cuando nos detenemos a observar nuestra vida, las acciones y decisiones diarias nos están llevando por un camino con destino opuesto al que quisiéramos ir.

Te propongo entonces a que hoy te detengas a observar si estás pidiendo aquello que tanto deseas. En vez de gastar nuestra energía quejándonos, pongámosla en hacer nuestras intenciones y deseos claros para que el Universo se encargue de manifestarlo. No significa que si no ocurre lo que deseamos entonces todo irá mal y esta ley no funciona. Debes entender que siempre que algo no sale como tu quisieras, hay un creador más grande (puedes llamarle Dios, Universo o como tú desees) que tiene diseñado un plan mucho mayor para ti. Confiar es un elemento primordial en este proceso de manifestación.

Una vez que puse en práctica la Ley de las intenciones y deseos, mi vida entera cambió. Comencé a ver de qué manera el hecho de pedir aquello que deseaba me permitía, incluso, tener presente la lista en mi mente pudiendo así, tomar decisiones que me llevaran a diario hacia ese lugar. Hasta el día de hoy tengo esta Ley presente todos los días, y si es necesario, incluso dedico tiempo a releerla.

Aunque decidí explicar con más detalle la ley que más tuvo impacto y cambió mi vida, considero que todas son increíbles y transforman la vida de quien lo lee permitiéndole ser su  mejor versión.

Una de las cosas que encuentro más fascinante de las Siete Leyes Espirituales del Éxito, es que el poder comenzar por poner en práctica una Ley por día, hace todo el proceso al re-descubrimiento personal mucho más accesible. Al comienzo puede ser que te resulte un poco difícil, pero verás que al practicar una Ley por día, con el tiempo te convertirás en las Leyes. Las mismas formarán parte de tu vida cotidiana sin ni siquiera tener que pensarlo.

Hoy en día lo primero que hago luego de mi meditación matutina, es leer la Ley que se corresponde con ese día. Eso me permite tenerla en mente y repetir el mantra que resuena con dicha Ley cuando lo considero necesario, ya sea porque tuve un impulso de actuar de manera opuesta a lo que la misma sugiere, o simplemente porque deseo mantener la paz y calma mental que cada Ley me brinda. Si por momentos mi día está abrumante, leo la Ley e inmediatamente siento que todo se encuentra exactamente como debe ser.

A veces la gente piensa que ver la vida únicamente como ABUNDANCIA y AMOR significa que nada «malo» pasa, o que la persona es «idealista».

En lo personal, ver la vida de esta manera fue una elección que decidí tomar hace unos años después de experimentar a través de las enseñanzas de Las Siete Leyes Espirituales del Éxito que lo único real era el amor, el resto era solo producto de mi imaginación.

Donde hay amor, no hay nada más. Y donde no hay amor, no hay otra cosa que ilusión o mala interpretación. No significa entonces que «nada malo te pasa», significa que DECIDISTE ver amor en cualquier situación, liberándonos del estrés que implica categorizarla como «bien», «mal», «fea», «linda». Todas las situaciones pasan a ser aprendizajes, oportunidades que nos da la vida para expandir y poner en práctica nuestras más lindas cualidades, así como también nuestro propósito en esta vida. Agradezco a Deepak Chopra por la oportunidad de iluminar tantas vidas con la magia de Las Siete Leyes Espirituales del Éxito.